IV.


Con la revolución en las venas,
la libertad encerrada en su interior.
Sonrisas de media luna
y un océano en su mirada.
Las manos manchadas de valentía,
y los ojos teñidos de un ojalá.
Vivía en un sueño.
Soñaba una vida.
Y al fondo del abismo,
poseía un arte salvaje,
abstracto,
que solo él entendía.

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